noviembre 25, 2010

FUGAZ

Me estoy volviendo loco.

Pienso mucho en ti y no sé qué hacer conmigo.

A veces es una mezcla de tomarme la cabeza con las dos manos,
acostarme escuchando alguna música ruidosa y rasposa
y luego saber que tengo mucho por hacer.

Pero no.

Hago todo lo contrario.
Hago todo lo que no me queda por hacer.

Hay momentos en los que trato de vaciar la cabeza.
La cabeza tarda tanto en quedarse sin nada, pero nada no es bueno.
Nada es cuando uno se asusta y ve pasar la vida en segundos, luego de eso, es nada.
Como cuando recordé que tu taxi casi choca con otro y te asustaste hasta erizar los vellos de tu cuerpo (seguro los de tus brazos fueron los primeros).
Entonces yo me puse en el asiento de al lado contigo para compartir ese susto, ese miedo.
Estuve tan cerca de ti que ahora desespero más noche con noche en mi repetible insomnio.
Le pego fuerte a mi organismo con cosas que me dopen, que me hagan satisfacer mi lado discontinuo, pero el retorno de todo eso me despierta más y esas ideas locas vienen y van.

Van, van, pero que se vayan y no vuelvan más.

Ahora quisiera que estés tú y no hablar de esto como un pensamiento fugaz.

1 comentario:

hamdal dijo...

chevere que regreses a escribir