noviembre 29, 2010

Ritmo

Caída libre desde la estación.

Caída libre desde la canción aquella de mi reencarnación,

Pintura gastada entre dedos, uñas cuarteadas de mi raza tierra.

Punta de lengua sobre limón dulce, ardiente mixtura sabor a sierra.

Acorde mal pisado, cuerpo atiborrado de melodía profana

Aroma húmedo en esponja purpura, mordida, pagana.

Siempre usted. Siempre lo suyo, siempre su “algo”.

Siempre yo, hacia usted. Siempre lo mío hacia usted.

Usted. Siempre, siempre. Usted.

De locura ordinaria como diría el cantor,

Del hueco con gusanos como diría el actor.

De esta alma sin remedio como diría yo,

De esta cara aburrida como dirías tú.

Siempre usted. Siempre lo suyo, siempre su “todo”.

Siempre yo, hacia usted. Siempre lo que ya no es mío, hacia usted.

Usted. Siempre, siempre. Usted.

La cama gélida y con zanjas, la espalda insípida y con cicatriz.

Las manos sucias y valientes, la cara sucia sabor a ají.

Los fríos y los cálidos, tus amigos, tus fanáticos.

Los miedos nocturnos y diurnos, los enemigos, tus amigos.

Siempre usted. Siempre lo suyo, siempre su “nada”

Siempre yo, hacia usted. Siempre lo que será mío hacia usted.

Usted. Siempre, siempre ufanamente Usted.

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