noviembre 29, 2010

Hasta las manos

A veces quisiera tocarte desde aquí, estirar los brazos y tenerte.

A veces me vuelvo muy loco y veo figuras en las paredes, a veces te veo cerca y lejos.

Lejos como a tres horas y media en avión desde la ciudad llena de perros melancólicos.

Hasta Lima. Sólo Lima.

Aquí echando humo, aquí gastando horas en algún vicio mal oliente y nauseabundo.

Hecho un tragamundo sin bandera, y traga todo, probando la fuerza.

Fuerza que tengan las gotas de lluvia sucia que caen sobre la lata, con sonido irritante.

Irritante como yo cuando te echo de menos, cuando estoy de más y cuando quedamos de menos.

Divididos por aquellos silencios de mierda que hacen quemar mis cuerdas vocales, como cuando ando harto de querer llegar primero y siempre llego último.

Ultimando detalles del mensaje, con frio en las piernas, con rencor hacia el teléfono que me corta la palabra, la palabra profunda que pega como una pluma tu cara. Tu cara y mi alma.

Recordando calles de lluvias en forma de soldaditos kamikazes que revientan en mi cabeza volcán.

En mi cabeza revoluciones y en tus ojos la paz.

La paz ajena y a tres horas y media de mí.

El amor y sus colores, tu pelo arcoíris, tus manos mil sabores.

El insomnio brutal que aniquila mis esperanzas, el cuarto de un escritor rojo que sabe que pronto amanecerá y que lo mejor quedará sobre las vías de una hoja con destino San Juan.

San Juan y mis noches avezadas. Neblina en mis ojos y en tu cuarto carcajadas.

También quiero reír.

Reír contigo, reír de mí.

Dejar que el tiempo pase y dejar mi corazón donde lo dejé.

Sobre tu mesita, al lado de una foto con usted.

Ya va a amanecer.

Tal vez me llames, tal vez conteste, tal vez me hables y tal vez hablaré.

Me dirás que todo está bien y no tocarás el tema.

Me preguntarás qué me pasa y yo te lo diré como lo hago ahora.

Me dirás que no quieres estar así y yo te diré que ya va a pasar.

Pensarás que dejo de creer en ti. Pensaré en decir que no es así.

Y mientras todo esto pasa, yo me anestesiaré por lo que pasó y creeré en ti.

Jodidamente en ti.

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